La publicación de manuscritos representa un tópico de la escritura ciertamente apasionante. Muchas veces los textos redactados por autores reposan inmerecidamente en el fondo de una gaveta o entre las carpetas de una laptop.
Historias de papeles rescatados para la imprenta son la delicia de episodios estelares. Resalta la negativa de Max Brod de quemar los escritos de Franz Kafka. ¿Te imaginas la literatura del siglo XX sin La metamorfosis o sin El proceso?
Si te interesa el tema, hablemos entonces de los manuscritos.
Salvados de la hoguera
Muchas personas responden al maravilloso impulso de verter en la página en blanco sus ideas, imágenes y sentimientos para compartirlos. La fuerza creativa del gesto busca su cauce de acuerdo a la personalidad de cada quien.
El siguiente paso natural del proceso creativo debe ser la publicación de manuscritos. Ahí es precisamente donde las producciones que pudieran ser valiosas quedan perdidas en un limbo de indefinición e incluso destrucción.
¿Cuántas veces nos hemos tropezado con las memorias de un familiar o con los ejercicios literarios de un amigo? Estos escritos permanecen escondidos, aunque pudieran tener que decir muchas cosas valiosas a los lectores.
"La publicación de manuscritos es una decisión valiente de compartir visiones del mundo con otras personas a través del tiempo." Clic para tuitearKafka escribió para él mismo y le encargó a su amigo Max Brod el destruir sus manuscritos. Quiso la Providencia que no quemara tales tesoros de la literatura del siglo XX. ¿Qué motiva a un escritor a dejar escondidas sus creaciones?
El tesoro de la publicación de manuscritos

Escribir un texto reafirma al autor como un co-creador del mundo que le rodea. El texto nace de una voz interior y de una pulsión muchas veces supra-racional. Concretar sobre la página en blanco es un privilegio gratificante y enaltecedor.
Al pensar en estas afirmaciones cabe preguntarse entonces qué razones existen para condenar el escrito al olvido. ¿Qué se necesita para hacer de la publicación de manuscritos una posibilidad viable?
Lo primero es someter los escritos a la consideración de un evaluador confiable y calificado, un crítico literario o un editor. Las buenas intenciones y opiniones de la tía o del más fiel de los amigos pueden empedrar el camino al infierno.
"La publicación de manuscritos requiere en primer término de la opinión calificada de un lector con capacidad y herramientas críticas." Clic para tuitearUn lector eficiente evalúa la potencialidad del texto para ser publicable. Luego, diagnosticará las correcciones ortotipográficas y de estilo a que hubiere lugar. Culminados estas etapas el texto está en condiciones de someterlo a una editorial.
La mirada externa y profesional tiene el compromiso ético de rendir un veredicto sobre la calidad y valor del escrito. Puede recomendar y orientar procesos de reescritura. Canaliza el gesto de escritura para que sea publicable y conocido.
Buscar el asesoramiento pertinente puede marcar el inicio de un camino gratificante y provechoso de nuestros manuscritos. Hay muchas historias de autores que pueden corroborar lo dicho. Es cuestión de atreverse a dar el paso.
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